domingo, 10 de octubre de 2010

Concorde: una era más allá del sonido

   El Concorde fué uno de los dos únicos aviones comerciales con vuelos supersónicos que han existido. Nacido como una cooperación franco inglesa, su mayor promotor fue el presidente Charles de Gaulle, quien, resentido por la dominación norteamericana en el transporte aéreo, impulso la iniciativa del avión supersónico.
En un acuerdo firmado en 1962, el presidente frances de Gaulle y el primer ministro inglés Harold Macmillan dieron inicio a la creación del avión. Con la amplia experiencia de ambos paises en la construcción de aviones militares de alta velocidad, y con un mínúsculo presupuesto (cerca de $224 millones), arrancó la primera etapa de diseño y construcción de la aeronave.

    En 1969 voló por primera vez el Concorde, y el 72 estaba listo para su comercialización. Sin embargo ninguna aerolínea quería adquirir uno de estos aviones, debido a sus enormes costos de operación. De esta manera, solo British Airlines y Air France se quedaron con la flota de las únicas 14 aeronaves que volaron comercialmente.
   La crisis del petroleo del setenta, y la llegada del Boeing 747 fueron duros golpes para el Concorde. El nuevo avión americano podía transportar 400 pasajeros, mientras el Concorde solo 100, reduciendo así los costos de los vuelos. Debido a su costo considerable era más una cuestión de glamoure el decir que se había viajado en Concorde. Solo los subsidios estatales mantuvieron a los aviones surcando los cielos, pero el accidente del 2000, con 113 víctimas fatales dio inicio al descanso eterno del Concorde. En el 2003 se suspendieron permanentemente las operaciones de la aeronave.

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