domingo, 10 de octubre de 2010

Transporte aéreo

   Desde que el primer avión de pasajeros de reacción fue inaugurado en 1952 hubo grandes cambios en la capacidad de los aviones, pero no en su velocidad ya que la velocidad de casi todos los aviones de transporte cómo máximo es de unos 1200 km/h. Los aviones en cambio crecieron en tamaño. Los primeros aviones de transporte con propulsión de reacción llevaban unos sesenta pasajeros. Los jumbo-jet llevan 450 con mayores comodidades.
   Para poder volar a velocidades superiores o superar dicha velocidad se debe tener en cuenta las enormes tensiones de la estructura en el momento de atravesar la barrera del sonido por lo que el avión debe atravesar una zona de intensas perturbaciones causadas cuando se avanza a esta velocidad llamada onda de choque. Es decir, a velocidades superiores durante el vuelo las condiciones de flujo supersónico son diferentes de las del flujo subsónico.
   El único avión de transporte supersónico que se encuentra en explotación  comercial desde 1976, es el Concorde y muchos países no permiten su vuelo sobre su territorio, por el estallido que produce al atravesar la barrera del sonido. 
   El dirigible podría ser un buen medio de transporte de mercancías, si se lograra resolver el problema de la inflamabilidad del hidrógeno con un nivel suficiente de seguridad así como el hidroavión ha quedado relegado, despúes de que en la época temprana de la aviación se construyeran hidroaviones de gran tamaño y de muchos motores debido a los alcances avanzados de desarrollo de aviones a reacción.

Fuente: Buch, Thomas; "El Tecnoscopio";Aique Grupo Editor S.A.; Capítulo 18: "Los Transportes"; Bs As; 1996.

La hélice

Una hélice es  un propulsor que accionado mecánicamente, produce una fuerza, o empuje, a lo largo del eje de rotación cuando gira en un fluido (gas o líquido).
   Las hélices pueden funcionar tanto en aire como en agua, aunque un propulsor diseñado para un funcionamiento eficiente en uno de los dos medios sería muy poco eficiente en el otro. Casi todas las embarcaciones están equipadas con hélices en la mayoría de los casos, salvo aquellas que poseen un sistema de absorción y expulsión de agua a presión como el sistema Rotax utilizados por las motos y jet sky acuáticos.

Barcos de Vapor

   La máquina de vapor supuso un fuerte avance para la navegación, al evitar la dependencia de los vientos. Con ella se modificaron profundamente las técnicas constructivas navales. 
   Pero hubo muchos intentos durante los siglos XVII y XVIII hasta conseguirse el objetivo de la propulsión autónoma. En 1698 el francés Denis Papin inventó el émbolo de vapor que pocos años después sería perfeccionado por los Ingleses Watt y Boulton. Ya en 1783 el oficial de marina francés D'Abbans, construyó el primer barco de vapor, el Saona, que consiguió remontar la corriente de un río. 
   En 1789 los escoceses, Miller y Symington, construyen otro barco de vapor capaz de navegar a 7 nudos. En 1807 el estadounidense Fulton, establece el primer servicio de transporte naval entre Nueva York y Albany navegando en el río Hudson. Un año más tarde el norteamericano Stevens construye  el primer barco de vapor que realiza una travesía marítima. 
En Inglaterra se desarrolla con mucha rapidez y sobre los años 1820, la construcción naval con motores de vapor empieza a ser un triunfo. El barco Rob Roy establece con gran éxito la travesía entre Greenok y Belfast en Irlanda del Norte. Por el año 1835 en Inglaterra se contaban más de 500 barcos de vapor, de los cuales el Sirus y el Great Western son los primeros en cruzar el  océano Atlántico.

Carabela


   Una carabela es una embarcación a vela, ahora en desuso, ligera, alta y larga –hasta 30 metros–, estrecha, de aparejo redondo o latino y contaba con tres mástiles, sobre una sola cubierta y elevado castillo de popa. Gracias a estas características pudo afrontar con éxito los viajes a través del océano. Fue inventada por portugueses y utilizada por españoles en los viajes de exploración durante el siglo XV. Fue diseñada en la Escuela de Navegación de Sagres, fundada por Enrique el Navegante a principios del siglo XV. En un principio las carabelas se utilizaron como embarcaciones pesqueras. Dada sus cualidades marineras así como por los avances en la construcción naval de los astilleros portugueses y españoles, sus prestaciones se extendieron a la carga y la exploración de nuevas tierras.
    Cristóbal Colón descubrió América en 1492 a bordo de una nao, la Santa María, que servía de buque nodriza junto con las carabelas La Pinta y La Niña.
    En los años posteriores al descubrimiento y la conquista y colonización de América, las carabelas fueron cayendo en desuso en la medida que aparecieron nuevos tipos de embarcaciones, especialmente los galeones, los cuales tenían como precedente a las naos y carracas; pero con enormes mejoras en sus prestaciones, especialmente en cuanto a capacidad de carga, resistencia y maniobrabilidad.

Trirremes griegos

   La marina revestía una gran importancia para un pueblo que vivía en contacto permanente con el mar y cuya prosperidad dependía en gran parte de él. Las flotas mercantes se desarrollaron debido a las necesidades del comercio, en un principio los barcos que se dedicaban al comercio estaban armados y podían participar en una batalla, posteriormente con el crecimiento del comercio y la expansión de las polis griegas se creó la marina de guerra para defender las rutas comerciales y para llevar a cabo piratería contra ciudades rivales o transportar a los guerreros para la batalla. por lo que el modelo de barco de guerra era el trirreme.

Historia de la rueda

   La rueda es un elemento básico sin el cual difícilmente podríamos organizarnos, ya que es la base de muchos otros inventos posteriores. La invención de la rueda se corresponde a la época final del Neolítico, y junto con otros avances tecnológicos correspondientes a la misma época posibilitó el paso a la edad de bronce.
   Se estima que la rueda fue inventada en torno al quinto milenio a. C. en Mesopotamia, inicialmente con la función de rueda del alfarero. Más adelante se empezó a usar en la construcción de carros, llegando a Europa y Asia Occidental en el cuarto milenio a.C En las culturas americanas no prosperó seguramente debido a la ausencia de animales capaces de tirar de los carros y a lo escarpado del terreno.

Transportes que trascienden la historia

   Durante cientos de miles de años los humanos llegaron a ocupar casi todas las regiones de la Tierra, desde un origen situado en el este de África a través del desplazamiento a pie, hasta que descubrieron la domesticación de animales por lo que empezaron a utilizarse caballos, asnos, renos y camellos para arrastrar cargas y como cabalgaduras. Tras el invento de la rueda se unció el asno y el caballo al primer carro utilizado por primera vez en la  Mesopotamia por los sumerios como carros de guerra 2.500 a.C.
   Con el aporte de la tecnología china se introdujo el arnés de collera duplicando la carga que podía arrastrar un solo animal. Hacia fines del siglo XVIII se comenzó a experimentar con las máquinas a vapor. El ferrocarril proviene de los vagones tirados por caballos sobre rieles de madera, usados en a minería medieval. El primer ferrocarril público se construyó en Inglaterra y en 1830, se estrenó "un carruaje de vapor" con el aporte de Watt, antecesor en cuanto al perfeccionamiento de la máquina a vapor, que llegó a cubrir vastas regiones en pocos días, antes sólo abarcables por caravanas que tardaban semanas.
   Un tipo de vía de comunicación que se desarrolló relativamente temprano fue el canal de navegación  con sus esclusas para neutralizar los efectos de mareas, desniveles y corrientes encontradas. Se construyó en el siglo XII en Flandes, y hacia fines del siglo XVII se completó el Canal du Midi, que unía el mediterráneo con el Atlántico a través de todo el sur de Francia, con cien esclusas, un túnel y varios acueductos y otras obras mayores de ingeniería.